Amigos del caballo

El cerebro del caballo es muy pequeño en relación con su tamaño, puede decirse que el caballo es un animal de instinto, no de razón.

Es un animal herbívoro y su aptitud física de alejarse de la amenaza de un ataque es su instinto de conservación. Al estudiar al caballo se debe tomar en cuenta estos factores. La explicación de que el caballo tenga una naturaleza nerviosa y excitable se debe a su naturaleza de huída. Aunque depende de cada individuo el grado de nerviosismo que el caballo presente, tal es el ejemplo de los caballos de sangre fría que son mucho menos excitables sus reacciones son lentas, a diferencia del caballo de sangre caliente que es mucho más irritable, tal es el caso del árabe o pura sangre.

Sin embargo en todos los tipos, la alimentación juega un papel preponderante, ya que una dieta compuesta por proteínas dará como resultado un animal con mayor grado de excitación y con mayor resistencia a obedecer a su entrenador, por este motivo hay que alimentarlo con alimentos calóricos y energéticos que vayan de acuerdo al desgaste físico.

Debe tomarse en cuenta el arraigado instinto gregario del caballo, es decir la adquisición de seguridad que lleva al animal a tener aceptación por la disciplina y sumisión. Ésto implica que siempre tratará de volver junto a los compañeros de su especie o permanecer junto a ellos. La soledad en que viven cuando están en su estado doméstico, los priva de seguridad, lo cual dá como resultado rasgos comporta mentales, y en algunos casos neuróticos, es poco probable que se presente cuando viven juntos. Se puede mantener al caballo aislado, pero en consecuencia será más propenso a acarrear problemas, y la reacción puede acentuarse hasta un nivel inaceptable.

El aspecto gregario puede combatirse de varias formas, como las carreras, las cuales son una simulación de la manada en huída, otra es el deporte de la caza, donde el potro saltará obstáculos en compañía de varios de su misma raza y otro tipo de animales.

Puede superarse el instinto natural, mediante adiestramiento, como cuando el caballo abandona la manada por un tiempo, pero incluso en este caso se diseñan las pistas dando atracción al corro, comenzando por los obstáculos más fáciles y siguiendo con los grandes y difíciles en posición tal que el caballo salte en dirección al corro.

Psique del caballo

El sentido de seguridad que encuentra el caballo en ser miembro de una manada está estrechamente relacionado con el instinto gregario, el cual es un factor de gran importancia que por lo general no se aprecia lo suficiente.

Por lo anterior es recomendable tener al caballo en compañía con otros congéneres, para darle el sentido de seguridad, como se presenta al estar relacionado con su manada, en el caso de ser doméstico, es de gran prioridad mantener el caballo en compañía de otros. Debe tomarse en cuenta la ubicación de las caballerizas en relación con el campo de entrenamiento, ya que si éste está próximo, el caballo tendrá mayor concentración para dar un paseo que tomar sus alimentos, y cuando esté en la cuadra, estará enfocado en alimentarse.

La cuadra puede utilizarse en beneficio propio, al igual que el instinto gregario, como buen caballista se sabe que el animal alza las orejas y apresura el paso cuando se le devuelve a la cuadra después de un ejercicio matinal ya que su mente está ocupada en alimentarse y en este estado es poco probable que se dé cuenta de los peligros de la ruta y de otros obstáculos que le preocuparon en el camino de ida. Al acostumbrar a los caballos jóvenes, al tráfico el buen jinete deberá elegir, por tanto, un camino tranquilo para salir de la cuadra y otro más bullicioso para volver.

El que un animal sea tranquilo y receptivo, es necesario proporcionarle un alto grado de seguridad la ausencia de ésta puede presentarse cuando existe cambio de cuadra, las reacciones pueden ser diversas. Es decir no va a ser el mismo comportamiento el de un animal de campo al de uno que vive en la ciudad con sus altos edificios, el ajetreo cotidiano y los diversos ruidos. Debemos estar preparados para las reacciones que el animal presente cuando existe algún cambio de vivienda y tener paciencia hasta que el animal tome confianza y retome la seguridad que siente que ha perdido, este proceso puede tomar aproximadamente dos meses.

La confianza es otro factor que surge directamente del la condición gregaria, es decir cuando el animal se encuentra en estado salvaje, es controlada y guiada por un macho dominante, el cual impone la disciplina sobre sus miembros y cuya sagacidad depende la seguridad de todos. En estado doméstico, la necesidad de caudillaje predomina de igual forma, ya que se establece la ley del más fuerte, como ejemplo los castrados apartan una o dos yeguas del grupo, protegiéndolas igual que el macho entero, exhibiendo características tales como marcar territorio con las deyecciones y la orina. El caballo acepta la autoridad del hombre en sustitución de la del jefe de manada, tratándolos adecuadamente, depositan toda su confianza en su amo, del cual depende su bienestar. Es importante mencionar que a pesar de aceptar esta condición pondrán a prueba su autoridad, ya que es exactamente el mismo comportamiento que usan cuando están en manada, tal es el ejemplo de las resistencias que se presentan en el entrenamiento. También se enfrenta el entrenador al nerviosismo y agitación, ésto como resultado del instinto de huída, así como a diversos ruidos que aunque parecen insignificantes les causa gran temor, también vemos este tipo de reacciones en los olores que no les son familiares; la respuesta a este tipo de manifestaciones además de presentar el comportamiento de huída puede presentar corcovas, lo cual es normal, ya que es parte de su instinto de defensa.

El espanto es algo con lo cual se debe trabajar con mucha prudencia, ya que éste no se ausenta del animal con un mínimo esfuerzo, al contrario se debe persuadir al animal a que toque o huela el objeto que le causa este efecto, repitiendo en varias ocasiones la tarea, hasta que el animal con la confianza que tiene a su monta recobre la seguridad que había perdido en un momento determinado. Algo que es muy importante aclarar es que para que el animal pierda el miedo se le debe ayudar en todo momento nunca castigándolo ya que si ésto sucediera lo único que conseguiríamos sería arraigar el sentido de nerviosismo y miedo hacia los pequeños o grandes obstáculos que se le presentaran.

El caballo no es un animal agresivo, posee una gran sensibilidad y su tolerancia es mínima, y es gracias a esta sensibilidad la que ha ayudado al hombre a domesticarlo, tal es el caso cuando se le dá un golpe ligero con la fusta larga en el flanco, éste aprieta los cuartos, también tenemos el ejemplo del freno el cual con mayor frecuencia se cree que éste lo muerde, cuando es lo contrario, huyen de la molestia y al tirar de éste el jinete su respuesta es más urgente a escapar al dolor.

La resistencia abierta de los caballos no es común, a menos que el animal se encuentre ofuscado o excitado, al ser dominados por el miedo, actuando en contra de su naturaleza ésto es más notorio en las horas de alimentos cuando presentan signos agresivos como echando para atrás las orejas o coceando, ya que en estos momento puedan estar experimentando una regresión.

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