Amigos del caballo

Es corriente en el mundillo del caballo que los propietarios se recomienden entre ellos a los distintos profesionales dedicados al cuidado de los équidos. Cada propietario trata de convencer a los demás de las bondades de su veterinario y de la valía y virtudes de su herrador. A menudo ,los profesionales son denostados o alabados ,mas por las relaciones personales que pueda tener con el dueño ,que por los resultados de sus trabajos.

El herrador tiene la desventaja sobre el veterinario que los resultados no son tan inmediatos. Los beneficios o perjuicios de un herrado no suelen manifestarse, generalmente ,de un día para otro. Tal retraso no permite hacer un juicio sobre la capacidad técnica del herrador a un corto plazo, sino que deberá transcurrir un tiempo del que a menudo ni el propietario tiene ni los cascos del caballo consienten.

¿Cómo saber si un caballo está bien herrado? ¿Es un buen herrador? Son preguntas que se oyen frecuentemente a propietarios y jinetes interesados en un buen herraje para su caballo y en la buena inversión de su dinero.

A estas preguntas suele responderse con una serie de tópicos ,con cierto fundamento ,pero que no sirven para generalizar todas las actuaciones del herrador. El profano suele fijarse en la altura y nivel de los remaches, en el grado de descanso de la herradura o en lo agradable que pueda parecer a la vista el casco recién herrado. Pero también es cierto que no son estas las premisas mas importantes en la valoración del herraje. Un clavo puede estar implantado en una grieta para que parezca que está a la altura de los demás remaches. Un casco puede necesitar ser herrado sin descanso para prevenir desparramamientos. Un casco herrado puede parecer bonito y sin embargo haber sido adaptado a la herradura, en vez de adaptar la herradura al casco.

En este articulo trataremos de establecer una serie de parámetros que ayuden al propietario a decidir si un herrador es bueno o es mediocre, y a distinguir un buen herraje de una chapuza. No nos limitaremos a dar una serie de recetas sino que estableceremos las diferencias entre un profesional y otro entre un herrador y un "poneherraduras", entre un casco herrado y un casco con un hierro clavado.

A un herrador nunca se le puede juzgar por un solo herraje. Son demasiadas las variantes que confluyen en un herraje; estado de los cascos, manejabilidad y trato del animal, estado de animo del herrador, etc. El trabajo del herrador ha de ser juzgado en un plazo no inferior a un año, plazo durante el cual el casco ha sido renovado por completo. En este tiempo hemos visto su manera de trabajar , su modo de tratar al caballo y tenemos datos suficientes para hacernos estas preguntas: ¿En que estado se encuentran hoy los cascos de mi caballo? ¿Están mejor o peor que hace un año? ¿Mi caballo se ha recuperado de sus problemas, o por contrario, le han surgido otros nuevos? ¿Se aprecia el confort y la aceptación del herraje en mi caballo?

Un buen herraje

Los talones deben de estar a la misma altura, y la herradura deberá estar centrada alrededor de un eje que normalmente coincide con el eje de la ranilla.

Equilibrio

Esta es la palabra mágica en el resultado del herraje .El casco ha de quedar equilibrado con respecto al remo ,la herradura ha de quedar equilibrada con respecto al casco y al caballo. Difícilmente un caballo podrá ir equilibrado en sus aires si sus remos están desequilibrados, y mas difícilmente aún puede una herradura desequilibrada equilibrar un remo desnivelado. El casco tiene un equilibrio medio-lateral que consiste en la perpendicularidad de las lineas de la corona y el borde plantar con el eje de la extremidad, es decir, no puede estar mas alto de un lado que de otro. Ademas existe un equilibrio antero-posterior ,es decir ,las lumbres y talones deben de estar rebajados de manera que la linea de las lumbres siga la dirección de la cuartilla, lo mas aproximada posible .Visto el casco por su parte palmar debemos de ver una herradura franca, que amplíe la base de sustentación del casco, que cubra bien talones y barras, que proporcione un descanso suficiente para la expansión de los talones al movimiento y que siga proporcionando apoyo al casco que esta creciendo. La ranilla bien cuidada y saneada marcando el centro de dirección de la herradura. La palma, limpia, pero sin adelgazamiento excesivo.

Un buen herraje

Una herradura ha de proporcionar una buena base de sustentación al casco.

Los clavos siempre por delante del punto mas ancho del casco ,para respetar el juego de los talones, abarcando tapa firme y formando remaches lisos y bien encastrados en la tapa. El canto de la herradura bien biselado para evitar las atrapadas ..

Estas pequeñas recomendaciones son siempre subjetivas desde el punto de vista del propietario ,casi siempre profano en estos temas .La falta de conocimientos es sustituida en parte por la charlatanería de algunos "todologos", prestos a juzgar la labor de un profesional sin mas parámetros que los de la simpatía o antipatía que muestre hacia el herrador.

La mejor manera de asegurarse un buen herraje para nuestro caballo es encomendarlo a manos de un buen herrador. Ya que no podemos disponer de un año completo para valorar nosotros mismos los resultados de su buen hacer o de su inepcia, debemos de recurrir al consejo de amigos o, mejor aun, del veterinario. Difícilmente nuestro veterinario nos aconsejará un herrador que no esté a la altura de las circunstancias. A partir de aquí debemos de ser nosotros mismos quienes establezcamos un criterio para valorar la capacidad profesional del herrador, sin consejos interesados por parte de amigos de otros herradores, o asesores cegados por la ignorancia.

Un buen herraje

Diferencia entre un buen herraje (izquierda) y una auténtica chapuza (derecha)

Por Gabino Fernandez Baquero

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